Al equipo del mago croata se le apagó la luz en el momento más inoportuno. Parte de culpa la tuvo el rocoso planteamiento danés, que consiguió anular las ideas de la estrella balcánica. El jugador del Real Madrid vive con la continua amenaza de que cada partido puede ser su último en un Mundial y contra los daneses estuvo a punto de despedirse.
El arquero Kasper Schmeichel se empeñó en amargar a Croacia hasta límites insospechados. Y, sobre todo, a Modric, a quien detuvo un penal a pocos minutos para el final de la segunda parte del suplementario. Después, alargó sus aciertos con otros tres lanzamientos detenidos en la tanda de penales. Pero, por suerte para Croacia, Danijel Subasic paró uno más.